Los escritores de ciencia ficción y fantasía de México, como muchos han mencionado, son buenos productores de cuento, pero no de novelas. Bueno, hasta cierto punto esto tiene sus razones: por donde quiera que se lo vea, un proyecto de novela es mucho más arriesgado que un cuento. Se invierte más tiempo, esfuerzo, sentimiento y ganas... y es mucho más difícil lanzarlo a un público. Y se requiere una dedicación y una disciplina considerables. Con todo, es también el proyecto más atractivo para cuestiones editoriales. Una novela buena, aceptada y bien distribuída, puede dejar fama, y algunas veces hasta dinero suficiente para ponerse a trabajar en otra. Pero las motivaciones para escribir novelas están tan alejadas, y uno se pone a pensar tan poco en ellas, que el camino aparentemente fácil y rápido (el cuento) es la opción común. En fin.
Escribir novelas ha sido un sueño que tengo desde mucho antes que Tyander apareciera. Mi primer intento de novela lo comencé a los doce años... y fue la inauguración de una larga cadena de proyectos inconclusos. Hasta hoy, qué vergüenza, no he conseguido completar una. ¿Por qué? Bueno, suele suceder que, en un momento de la historia, me encuentro de pronto con que no sé qué hacer con la maraña de argumento y subargumentos que tengo en las manos, o que quiero que el resultado final me quede tan bien, que acabo bloqueándome.
De cualquier forma, permítanme presentarles mis proyectos que hasta ahora son eso: proyectos (salvo los cortos, que sí he terminado). Citando a Wendy y Richard Pini, nada crece sin que lo nutran... así que... ¿qué les parece si me escriben sus comentarios y sugerencias?
Novelas
Una novela corta completa, ¡por fin! Un poco de paciencia, pues puede demorar un poco en bajar.